En Krasnoyarsk, padre de 8 hijos, Vitaliy Sukhov, condenado a 6 años de prisión condicional por leer la Biblia

El 21 de diciembre de 2021, la jueza del Tribunal de Distrito de Zheleznodorozhny de la ciudad de Krasnoyarsk, Svetlana Patsalyuk, declaró culpable al padre de muchos niños, Vitaliy Sukhov, de organizar las actividades de la comunidad extremista y lo condenó a 6 años de prisión suspendida.

El veredicto no ha entrado en vigor y puede ser recurrido. El creyente insiste en su completa inocencia.

Aunque no hay una sola víctima en el caso, el fiscal pidió al tribunal que condenara al creyente a 6 años de prisión.

En sus últimas palabras ante el tribunal, Sukhov enfatizó: "Quiero asegurarle al tribunal mi inocencia ante la ley, ante la gente y ante Dios... Nunca tuve el deseo de dañar a la gente, ni por acción ni por inacción. Amo a mi país, a nuestra ciudad, y todos los que entran en contacto conmigo lo saben. El hecho de que ahora esté ante el tribunal demuestra que estoy dispuesto a hacer sacrificios por el bienestar y los intereses de los ciudadanos de mi patria. No puedo evitar decirles a los demás lo que sé y lo que puede beneficiarlos. "

El 8 de mayo de 2020, el investigador principal del Departamento Principal de Investigación del Comité de Investigación para el Territorio de Krasnoyarsk y Jakasia, el teniente P. Filishkan, abrió un caso penal en virtud de la Parte 1 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia contra Vitaliy Sukhov, padre de ocho hijos. Dos semanas después, las fuerzas de seguridad registraron su apartamento. Ese día, el creyente se enteró de que era sospechoso de "organizar espectáculos y servicios religiosos". Más tarde, el tribunal confiscó el automóvil de Sukhov, privándolo del derecho a usar su propiedad. Esta medida se tomó con el fin de recuperarlo del coste del coche en caso de sanción en forma de multa. El investigador Filishkan investigó el caso durante unos 11 meses. El 25 de marzo de 2021, el caso se presentó ante el Tribunal de Distrito de Zheleznodorozhny de Krasnoyarsk.

El caso penal involucró el testimonio de un testigo secreto, "Kuzmin", que asistió a los servicios de los testigos de Jehová en 2017-18. En el tribunal, argumentó que supuestamente se trataba de reuniones de la organización religiosa local de los testigos de Jehová "Krasnoyarsk". Sin embargo, dijo que no había leído los estatutos de esta organización y que no sabía quién era miembro de la misma.

Otros dos testigos de la acusación dijeron que no tenían quejas contra Sukhov, que él no los había incitado a unirse a ninguna organización y que los testigos de Jehová no eran considerados extremistas.

Un examen religioso llevado a cabo en esta causa penal confirmó que "la participación en reuniones y eventos de capacitación", "la predicación, que consiste en la difusión deliberada de las enseñanzas de los testigos de Jehová", así como la "observancia del orden teocrático" son "formas de expresión de la fe".

En una de las sesiones del tribunal, Vitaliy Sukhov llamó la atención sobre el hecho de que el investigador no indicó la esencia de la acusación, el lugar y el momento del crimen, sus métodos, motivos, objetivos, consecuencias y otras circunstancias. En este sentido, concluyó: "Dado que no se han observado estas disposiciones, la acusación no cumple con los requisitos del artículo 220 del Código de Procedimiento Penal de la Federación de Rusia, por lo tanto, el caso penal debe ser devuelto al fiscal". Sin embargo, el tribunal no satisfizo esta solicitud.

En el territorio de Krasnoyarsk, 18 testigos de Jehová ya están acusados de crímenes contra la sociedad y el Estado, aunque no cometieron nada ilegal. Tres de ellos ya han sido condenados por su fe.

De acuerdo con la sentencia del Pleno del Tribunal Supremo de la Federación de Rusia Nº 32, al examinar una causa penal sobre un delito previsto en el artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia, el tribunal debe tener en cuenta que las asociaciones religiosas "que consisten exclusivamente en el ejercicio de su derecho a la libertad de conciencia y a la libertad de religión, incluso a través de la confesión religiosa individual o conjunta, la celebración de Servicios Divinos u otros ritos y ceremonias religiosos, en sí mismos, si no contienen signos de extremismo, no constituyen un delito".