Una apelación en Krasnoyarsk dejó sin cambios la sentencia suspendida de seis años de Vitaliy Sukhov por creer en Jehová Dios

El 1 de marzo de 2022, el tribunal del Territorio de Krasnoyarsk rechazó la apelación de Vitaliy Sukhov, padre de muchos niños, y confirmó la condena: sentencia suspendida por "organización de discursos religiosos y culto".

En la primavera de 2020, la casa de Sukhov fue registrada solo por su religión, su automóvil fue arrestado y ha estado buscando justicia en los tribunales durante casi 2 años. El testimonio del testigo secreto "Kuzmin", así como el de otros testigos de la acusación, no pudo confirmar las intenciones criminales de Sukhov. El enjuiciamiento penal del creyente de 55 años puso en peligro su capacidad para cuidar a su esposa y a sus 8 hijos, tres de los cuales son menores de edad. El 21 de diciembre de 2021, la jueza del Tribunal de Distrito de Zheleznodorozhny de Krasnoyarsk, Svetlana Patsalyuk, condenó a Vitaliy Sukhov a 6 años de prisión suspendida.

El veredicto entró en vigor. El creyente sigue insistiendo en su inocencia y puede apelar el veredicto en casación.

La región de Krasnoyarsk ya ha acusado a 25 testigos de Jehová de crímenes contra la sociedad y el Estado, aunque no han cometido nada ilegal. Además de Vitaliy Sukhov, otros cuatro creyentes ya han sido condenados por su fe.

Según una aclaración del Pleno del Tribunal Supremo de Rusia, las reuniones religiosas y las conversaciones sobre la Biblia no pueden considerarse extremismo en sí mismas. El 9 de febrero de 2022, el presidente del Tribunal Supremo, Viacheslav Lebedev, hizo hincapié en esta idea: "Las acciones que no contienen signos de extremismo y consisten únicamente en el ejercicio del derecho a la libertad de conciencia, la libertad de religión, incluso mediante la realización de ritos y ceremonias religiosas, no constituyen un delito".