Biografía
Valery Moskalenko fue detenido el 2 de agosto de 2018 en Jabárovsk como resultado de registros en al menos cuatro casas de civiles. Lo internaron en un centro de detención preventiva, donde pasó más de un año solo por su fe en Jehová Dios.
Valery nació en Jabárovsk en 1967. De profesión, es ayudante de maquinista de una locomotora eléctrica. Desde pequeño, el niño sintió una necesidad urgente de justicia, por lo que a una edad más avanzada comenzó a buscar a Dios. Desde principios de la década de 1990, la fe en Dios se ha convertido en una parte importante de su vida.
A Valery le encanta viajar, escuchar música e incluso tocar la trompeta. Sus muchos amigos dicen que es receptivo y siempre está dispuesto a ayudar. Antes de su encarcelamiento en el centro de detención preventiva, Valery vivía con su anciana madre y le proporcionaba cuidados diarios, que ella necesitaba desesperadamente. Durante su arresto, ella se enfermó y tuvo que llamar a una ambulancia. Todos los que conocen a Valeriy se sorprenden de que haya sido condenado por un cargo absurdo. El creyente no está de acuerdo con el veredicto y lo apelará ante el Tribunal Europeo.
Historia del caso
El 5 de noviembre de 2019, el Tribunal Regional de Jabárovsk dictó el veredicto final en el caso de Valeriy Moskalenko: una multa de 500.000 rublos. Anteriormente, el Tribunal de Distrito de Zheleznodorozhny condenó al creyente pacífico a 2 años y 2 meses de trabajos forzados y 6 meses de libertad restringida. El creyente fue acusado en virtud de la Parte 2 del artículo 282.2 del Código Penal sobre la base de que el 21 de abril de 2018, él, “actuando intencionalmente”, “con observancia de medidas de conspiración”, participó en un servicio de adoración de los testigos de Jehová. El creyente fue puesto tras las rejas en agosto de 2018 después de que el FSB de Khabarovsk registrara la casa de Valeriy en su ausencia. Durante más de un año, la anciana madre soltera se vio privada de la manutención de su hijo. En el tribunal, el experto declaró que las palabras del Sermón de la Montaña de Cristo, que Moskalenko discutió entre otros creyentes, “son evidencia de propaganda de exclusividad y un llamado a continuar las actividades de una organización prohibida”. La fiscalía también se basó en el testimonio de un testigo, que declaró ante el tribunal que no conocía a Valeriy y que no firmó el protocolo de interrogatorio. El creyente no está de acuerdo con el veredicto y apela ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.